La Barraca valenciana es una vivienda típica de labradores.
Tiene la planta rectangular, de unos nueve por cinco metros, con cubierta triangular con un marcado ángulo para desaguar las lluvias, con un caballete perpendicular a la entrada que está situada en uno de los lados menores.
La distribución es siempre parecida: una puerta en la fachada sur que da acceso a un amplio pasillo que recorre toda la edificación hasta la fachada norte, donde se habilita otra puerta que permite la circulación de aire. Este pasillo es utilizado como cocina, comedor y almacén.

Al piso superior se accede mediante una escalera de mano y antiguamente era utilizado para la cría del gusano de seda.
Para su construcción se utilizan materiales fácilmente accesibles en la zona tales como el barro, las cañas, los juncos o los carrizos. Por ello las paredes son construidas con ladrillos de adobe y la cubierta se realiza con cañizo y paja.

